
En Mundo de Colores, creemos que los niños no son recipientes vacíos, sino exploradores innatos con una capacidad natural para aprender. Su desarrollo surge de la curiosidad, el juego y la experimentación, con los docentes como guías y gestores de emociones, acompañándolos en su proceso de descubrimiento y reflexión.
Nos basamos en las metodologías de María Montessori y Reggio Emilia, dos enfoques que potencian el aprendizaje activo y significativo:
Fomenta la autonomía y el aprendizaje a su propio ritmo mediante materiales sensoriales y entornos preparados, donde cada niño desarrolla sus habilidades con libertad y respeto por su proceso individual.
Considera al niño como protagonista de su aprendizaje, promoviendo la creatividad, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo. Se basa en el aprendizaje por proyectos, donde los niños exploran temas de interés en un ambiente colaborativo y de investigación.
Nuestras aulas no imponen conocimientos, sino que presentan propuestas pedagógicas flexibles y enriquecedoras. Los niños se expresan a través de diversos lenguajes, como el arte, la música y el juego simbólico, potenciando su creatividad y autonomía.
La participación de las familias y la comunidad es clave en el proceso educativo, promoviendo una red de apoyo que fortalece el crecimiento integral de cada niño.
Con un enfoque lúdico, participativo y respetuoso de la individualidad, en Mundo de Colores formamos niños críticos, autónomos y creativos, preparados para afrontar el mundo con seguridad y confianza.